Thursday, August 30, 2007

La Respuesta Oficial

Aquí está la entrevista de WRadio al doctor Guilermo Romero, físico, matemático y vicerrector académico de la UDLA. La postura oficial de las autoridades de la UDLA a nuestra entrevista con Carmen Aristegui no la dio Pedro Ángel Palou, en su lugar pusieron a este pobre señor que nada más empezó a atropellar al hablar con un discurso propagandístico lleno de imprecisiones y mentiras que remató con un anuncio de 1 minuto diciendo lo maravillosa que es la UDLA. Más abajo desmenuzo sus declaraciones.

Durante su comparecencia, el locutor dijo que el doctor daría su versión de los hechos, sin embargo, es triste descubrir que más bien tiene una aversión por hablar con la verdad.

A continuación publico un verdadero ejercicio de contrarréplica, con argumentos sólidos, no como lo hizo este secuaz de Pedro Ángel Palou.

Mi recomendación es que primero oigan la entrevista y luego pasen a las entradas que se encuentran más abajo. Cada una va acompañada de la frase "La Mentira" y van enumeradas.


De nuevo, gracias al Blog Fuera Palou por haber subido el audio.

La Primera Mentira - Las sutilezas del lenguaje

El pobre señor Romero abrió la entrevista diciendo: “La Catarina continúa, nunca se ha dejado de publicar, tuvo una pausa en verano pero siempre ha tenido esta pausa”

Hecho 1: Como expuso Claudia Magallanes en su participación con Carmen Aristegui, la despidieron de la UDLA por no obedecer la orden de la rectoría de censurar a los estudiantes tras la publicación de unas notas y caricaturas con motivo de la visita del Gobernador Mario Marín al informe de Pedro Ángel Palou en octubre de 2006.

Hecho 2: En enero de este año, argumentando que era necesario llevar a cabo una reestructura por el servicio social de la publicación, no se publicó durante tres semanas (en La exCatarina viene un artículo al respecto). Las autoridades cerraron la sala de redacción y desalojaron a los estudiantes. Los catarinos, al lograr llamar la atención de universidades en Estados Unidos, hacen que las autoridades reculen y devuelven La Catarina.

Hecho 3: El equipo original de La Catarina anunció el 22 de agosto que no iba a continuar publicando “el semanario hasta que las autoridades de la universidad garanticen un documento para que podamos informar sobre cualquier suceso. Además pedimos garantías para que quienes declaren para La Catarina no sufran represalias". A pesar de este anuncio apareció una catarina apócrifa, por eso el doctor Romero dice que "nunca se ha dejado de publicar". Técnicamente tiene razón pero desde la ética y la justicia, no.

La Segunda Mentira - Lo doctor no quita lo pensante

El matemático, físico y vicerrector académico, el doctor Romero, dijo: “Sí cambiaron algunos de sus integrantes; más de la tercera parte de los integrantes, de reporteros, alumnos, colaboradores, siguen en la nueva catarina”

Hecho 1: Hice una simple consulta a los directorios de La Catarina del 17 de enero de 2007 y con la catarina del 22 de agosto de 2007. Utilicé excel y luego InDesign para armar esta sencilla tabla con los nombre de todos los colaboradores para verificar si lo que decía el matemático y físico era verdad. Pueden hacer clic en la imagen para ver una versión ampliada de la tabla.



Hecho 2: Al contar los colaboradores de un lado y del otro obtuve que en enero 2007 había 40 en La Catarina mientras que en agosto 2007, sólo había 15 en la catarina apócrifa. Además, descubrí que ningún estudiante se repetía entre los directorios de ambas publicaciones.

Tal vez pequé de ingenuo, a lo mejor como soy egresado de Ciencias de la Comunicación esto de las matemáticas no se me da bien (prejuicio tonto) así que pedí la ayuda de un amigo e intentamos plasmar este problema en un lenguaje que el doctor Romero entendería fácilmente, el idioma de los números mágicos:


La Tercera Mentira - La dichosa y cochina envidia

El triste doctor Romero dijo: “Lo que se pretende con este cambio es que haya pluralidad, una apertura al debate de ideas, una apertura a toda la comunidad, que no sea nada más un grupo de una carrera asesorados por unos profesores nada más, sino que toda la comunidad esté invitada, ya está de hecho, al proyecto de la catarina en su nueva edición”

Hecho 1: En la Texas Christian Univesity, el departamento de Periodismo tiene su propio periódico, el Daily Skiff donde son los propios profesores del departamento quienes asesoran a los estudiantes. Este proyecto sirvió de inspiración para La Catarin. Los estudiantes de CC. de la Comunicación empezamos esta publicación con la idea de tener un laboratorio de prácticas profesionales.

Hecho 2: La Catarina, hasta antes de su usurpación, siempre había estado abierta a la Comunidad. Dos exeditores de la publicación provinieron de carreras tan dispares como Relaciones Internacionales y Literatura. Desde la publicación siempre mostramos interés por invitar a colaboradores de otras carreras como Antropología, Biología, Economía…

Hecho 3: En los discursos del presidente del Consejo Estudiantil y del vicerrector académico siempre aparecen los conceptos de “apertura a la comunidad” y de tener una publicación que “integre a la comunidad”. Si tanto interés hay por tener un medio así, ¿por qué no crearlo desde cero? ¿Por qué usurpar una publicación legítimamente establecida desde hace siete años? ¿Por qué robar su nombre y logotipo? ¿Qué es más fácil? ¿Qué es menos ético?

Wednesday, August 29, 2007

La Cuarta Mentira - Quién me ha robado el mes de abril

El doctor Romero, ya senil de espíritu, dijo: “No ha habido intención de las autoridades de cerrar este órgano informativo, al contrario, con estos cambios lo que se pretende es fortalecer el tono crítico y libre que corresponde al espíritu de los jóvenes”




Hecho 1: Si hacemos caso a lo que leemos, el doctor Romero carece de tono crítico porque como puede leerse (y verse en la foto) no está tan joven, calculo que debe rondar los 55, perdón si tiene menos pero la barba siempre envejece un poco más. ¿El espíritu crítico debe ser algo exclusivo de la juventud? ¿Es posible generalizarlo como algo que caracteriza exclusivamente a este sector de la población? ¿Es por eso que los profesores (muchos mayores de 30) no pueden ser críticos a la gestión de Pedro Ángel Palou? Si su intención es “fortalecer el tono crítico y libre” de la publicación ¿es que acaso las notas de La Catarina no contaban con este espíritu y tono juvenil? ¿Es viable que la rectoría imponga este ideal a los colaboradores usurpadores? ¿En qué momento el espíritu del doctor Romero envejeció?

La Quinta Mentira - Calladito te ves más bonito

El doctor Romero dijo, pero no debió haber dicho: “Por instrucción del doctor (Pedro Ángel) Palou tenemos la instrucción de que la universidad debe ser un espacio para el debate de las ideas, un debate libre”

Hecho 1: Aquí sólo parafraseo el apunte e interrupción que el entrevistador le hizo al doctor Romero mientras pronunciaba esta joya de frase: ¿es que acaso puede haber otra instrucción? ¿No sería lo lógico que esté garantizada? ¿Por qué hay que dar la orden de que exista?

La Sexta Mentira - La verdad no peca

Dice el doctor Romero, secuaz de Pedro Ángel Palou, (antes de que piensen que es insulto, vean la definición de la RAE) que en la publicación La exCatarina, “se ataca a miembros de la comunidad por su afiliación religiosa; porque no tienen pareja; por su color de pelo y eso no debe de ser. La opinión de las autoridades, y de hecho es la opinión de la comunidad, es que debe haber una libertad de expresión, pero que no debe haber discriminación”

Hecho 1: Nunca se atacó a nadie por su filiación religiosa. El autor del artículo en cuestión (Carta de Aquiles) sólo dijo que se le hace sospechosoque siendo del Opus Dei (ella jura que no) se lleve bien con esta administración de tendencias sexuales tan exóticas”. Lo que llama la atención es que no desmientan esta última parte, ni durante su comparecencia en WRadio ni cuando publicaron el comunicado en contra de La exCatarina.

Hecho 2: Sobre la persona que no tiene pareja y se pinta el pelo, pues caray, no tiene pareja y se pinta el pelo, la exCatarina nunca faltó a la verdad . Lo que llama de nuevo la atención es que en el artículo, Aquiles Espada define a esta mujer como de “capacidades limitadas”. Algo que no desmienten otra vez ni en el comunicado ni en la declaración.

Hecho 3: ¿Cómo es que la opinión de las autoridades se vuelve la opinión de la comunidad? ¿No es increíble que TODOS piensen igual? ¿Cómo es posible que las autoridades generalicen una vez más el sentir de la comunidad? ¿Es que acaso hicieron una encuesta entre los profesores, alumnos y administrativos para medir el impacto que tuvo La exCatarina en sus vidas? ¿Se pueden consultar estos resultados en algún lugar?

La Entrevista


Hoy salió una entrevista con Carmen Aristegui, vale la pena escucharla completa. Entrevistó a un equipo muy plural: Claudia Magallanes (exprofesora y exjefa del departamento de Ciencias de la Comunicación); Mónica Cruz (editoral del equipo original de La Catarina) y Carlos Martínez (cofundador de La Catarina y el autor de este Blog).

Exponemos claramente (cada quien desde su posición) la censura que Pedro Ángel Palou y sus secuaces aplican sobre cualquier retoño de pensamiento crítico que intente florecer.

Gracias al Blog Fuera Palou por haber subido el audio.

Monday, August 27, 2007

La Catarina, alimento de dinosaurio

Interesante artículo que hace un repaso a la historia de La Catarina desde el punto de vista de Jorge Calles: antiguo profesor y jefe de departamento de Ciencias de la Comunicación (el culpable de muchos periodos de bonanza en la carrera) así como mi director de tesis cuando estudié en la UDLA:

"La Catarina, alimento de dinosaurio"
publicado en la versión electrónica del diario Presente de Tabasco

Saturday, August 25, 2007

La Fumigación de las Ideas

Ayer envíe un correo a la catarina falaz y a José Prats. Transcribo aquí la comunicación.

Hola embusteros:

Hace siete años unos amigos y yo fundamos La Catarina, no su catarina falaz, sino la que el pasado miércoles 22 de agosto, por medio de un comunicado del equipo editorial, anunció que iba a suspender su publicación "hasta que las autoridades de la universidad garanticen un documento para que podamos informar sobre cualquier suceso".

Con la jugarreta de publicar un número apócrifo, de convocar a una "renovación" y encima acabar insultando y burlándose del equipo original pidiéndoles "que reflexionen y se reintegren a La Catarina", quedó claro que a las autoridades de la UDLA les importaba un comino que la publicación se adhiriese al infame Código de ética universitario.

Lo que en realidad buscaban era fumigar la publicación y erradicar cualquier rastro de inteligencia crítica, la cual hoy en día es muy dañina porque le gusta señalar con el dedo a "los ogros filantrópicos que siempre tratan, y casi siempre consiguen aplastar las formas de disidencias, sean contra la plusvalía o la pedofilia, la corrupción o la heroína, el caudillismo o la trata de mujeres, el nepotismo o los productos transgenésicos (sic), el unipartidismo o el odio racial y religioso", José Prats, Refugiados 2007.

De usted señor Prats, asesor de este cadáver fumigado, me sorprende que siendo un exiliado cubano haya vendido tan barato sus ideales. Hombre, el hambre es canija, de eso no me queda duda, pero nunca me comería mis propias palabras traicionando mi conciencia. Por cierto, sorprende la eficacia de su fumigación, la "saneada" que usted aplicó no le pide nada a las ejecuciones de disidentes cubanos que ordena el Comandante en su Isla.

Felicidades a todos ustedes por haber “desinsectado” el campus de la UDLA. Han acabado con la última voz discrepante, pero vaya que les costó, ¿a que no esperaban tanta resistencia?

QueKi

Wednesday, August 22, 2007

El Despojo y la Necrofilia


Hoy salió publicada una catarina, que no es lo mismo que La Catarina. Una sutil diferencia en el uso de las mayúsculas y el artículo pero muy precisa. La Catarina que hasta el semestre de Primavera 2007 salía todo los miércoles, no tiene nada que ver en espíritu ni en esencia con la catarina que se repartió hoy en el campus de la UDLA.

El proyecto comenzó hace siete años como un proyecto de la mesa directiva de Ciencias de la Comunicación con el apoyo de los profesores del departamento. Al principio se le recibió con suspicacia por el tono fresco y retador que tenía la publicación. La Universidad no estaba acostumbrada (ni preparada) para contar con una publicación crítica, era lo menos que podía esperarse si estaban preparando estudiantes con mentes activas e inquisitivas, según pregonaban y promocionaban en aquel entonces las autoridades.

Precisamente el exrector Enrique Cárdenas Sánchez, poco tiempo después de anunciar su renuncia, concedió una entrevista a La Catarina. En esa ocasión le preguntamos de qué se sentía más orgulloso ahora que iba a dejar su puesto. Transcribo aquí su respuesta:

"De que la UDLA es universidad de verdad. Hay universalidad, se pueden decir las cosas. Hay buena docencia, buena investigación. Se nota el crecimiento y el sentido crítico de los alumnos. Lo que más gusto me da es 'hacer universidad', que la vida universitaria se hace en el campus, y eso en México no sucede. Hay un espíritu universitario". (La Catarina, 14 de marzo de 2002).

En poco tiempo La Catarina pasó a formar parte de la Comunidad. Cada miércoles se esperaba con ansia descubrir a quién le había tocado "El Catarinazo". Un término chusco acuñado por la propia Comunidad pero que en el fondo era un poco degradante, ya que no buscábamos el sensacionalismo ni el amarillismo. Sólo queríamos ser una voz crítica y propositiva.

Con el paso de los números fuimos adquiriendo experiencia y nos fuimos sofisticando. Logramos redactar un manual de estilo así como un Código de Ética que regulaba nuestra labor noticiosa. Por un tiempo la publicación funcionó muy bien, éramos como una máquina bien aceitada. Servíamos como canal de expresión, crítica y propuesta. 

El primer intento de censura llegó de la mano de la doctora Nora Lustig con el incidente de las calaveras. El asunto se salió de control cuando la prensa local recogió unas declaraciones (más bien amenazas) que la entonces rectora vertió dentro de una Carta aclaratoria que salió publicada. Después de unos días el asunto ahí quedó, Nora se fue, La Catarina se quedó.

Con la llegada de Pedro Ángel Palou, la cosa se salió de control. Logró lo que nadie había podido. En enero de 2007, con lujo de prepotencia, desalojó e incautó los bienes de la publicación en aras de una "reestructuración" para cubrir los requisitos del Servicio Social. Por primera vez en siete años de historia, suspendieron la publicación por tres semanas. La capacidad de organización y la amplia red de contactos y amigos lograron meterle presiones a la administración que devolvió La Catarina a los estudiantes.

En este mismo año, en mayo, vinieron los despidos masivos de profesores por conspiraciones y demás lucubraciones y La Catarina intentó sacar un especial de verano donde profundizaría en este tema y el impacto. Las autoridades bloquearon el número porque no se habían "normalizado" y alineado los estatutos del periódico con el nuevo Código de Ética. Segundo acto de censura.

Llegó el otoño de 2007 con el segundo miércoles del semestre y en lugar de La Catarina circuló un comunicado del equipo editorial anunciando, básicamente, que "los colaboradores de La Catarina no publicaremos el semanario hasta que las autoridades de la universidad garanticen un documento para que podamos informar sobre cualquier suceso. Además pedimos garantías para que quienes declaren para La Catarina no sufran represalias". Tercer acto de censura.

Sin embargo, a pesar de que el equipo editorial hizo este anuncio, en la UDLA circuló una catarina. Se veía como ella pero no lo era. Era su cuerpo pero le faltaba su espíritu. Era una copia torpe y falaz que engañaba a todos. Las autoridades universitarias armaron todo un equipo editorial paralelo para confundir y embaucar a la opinión pública. La insistencia de adherirse al Código de Ética de la UDLA no tenía otro fin que ganar tiempo y de paso desgastar al equipo original. El cansancio y el agotamiento llegó a través de interminables reuniones burocráticas y exigencias absurdas que buscaban limitar la libertad de expresión de la publicación en aras de respetar y conservar la imagen institucional. La publicación y distribución del comunicado anunciaban esta muerte fumigada y fulminada. Sin embargo, la rectoría ya había previsto todo esto y fue cuando sacó a la luz a su equipo de despojadores y usurpadores.

La Catarina murió hoy miércoles 22 de agosto de 2007. El proyecto que empezamos hace siete años dejó de existir en esencia, se rompió la línea editorial que fundamos, se perdió la mística que año con año se transmitía a los nuevos editores. El espíritu que le dio animosidad y vida dejó ese cuerpo inerte. Las autoridades de la UDLA secuestraron y violaron este cuerpo marchito y vejado y cual necrófilos, manipularon y adulteraron el inerme cadáver. Qué mas se podría esperar de estos pervertidores del poder.

¿Quién sigue?

Tuesday, August 21, 2007

La Hipocresía...



"La libertad, nos dice Octavio Paz, es la capacidad de decir ¡no! al poder", dice Pedro Ángel Palou (P&P) en su artículo Sobre la libertad de expresión: a partir de los periodistas perseguidos en México, publicado dentro de su bitácora en Bomeran(g). También reconoce que está de acuerdo con Kapuscinski cuando dice que "un buen periodista es un buen ser humano". ¿Hasta qué punto todo esto es pose? ¿Qué persigue P&P al decir estas cosas? ¿Busca oírse "cool", parecer "pensador", fingirse "democrático"? 
En verdad sorprende lo que uno puede llegar a escribir / haz clic con el botón derecho del mouse para descargarlo en tu escritorio.

... y el Cinismo

Díganme sino es inexplicable que un hombre de letras se ensañe con un grupo de estudiantes y una publicación estudiantil cuando escribe esto. Encontré estos "pensamientos" en la bitácora que Pedro Ángel Palou (P&P) tenía en El País (visita http://blogs.elboomeran.com/palou).

A pesar de que estos textos fueron publicados en julio de 2006, me cuesta trabajo entender cómo en menos de un año una persona puede cambiar tanto de parecer en un tema como la libertad de expresión.

En este espacio P&P dice: "debemos ejercer la cultura en todas sus variantes funcionando como conciencia del poder, como espacio de creatividad, como forma de libertad y flujo ante los 'estriamientos' del poder. Es nuestra única oportunidad de supervivencia". ¿Es que acaso La Catarina no ha funcionado como conciencia del poder y por eso hay que depurarla? ¿O es que se "excedió en su libertad de expresión" como dijo el Dr. Guillermo Romero en sus declaraciones del viernes (ver un "post" más abajo) y hay que exterminarla? 

Friday, August 17, 2007

La Censura

El día de hoy, en el Milenio de Puebla y en la Jornada de Oriente, salieron publicadas sendas notas de una entrevista con Don Guillermo Romero Meléndez, vicerrector académico de la UDLA. Hablé ayer del cinismo que demuestran las autoridades con este asunto de La Catarina y da miedo. Ya reconocen públicamente que hay censura y eso asusta a cualquiera.

"El vicerrector académico de la UDLA reconoció que la institución sí impuso condiciones a los que trabajan en la publicación interna La Catarina a través de un código de ética porque consideraron que ya se habían excedido en la libertad de expresión y que incluso hacían amenazas a través del periódico", se puede leer en la Jornada. ¿Ellos pueden decidir si hubo excesos? ¿En qué momento, bajo qué argumento, con qué ejemplos? Una publicación incurre en excesos cuando falta a la verdad y a las fuentes informativas. ¿Falló La Catarina en alguna de estas? ¿Qué tipo de amenazas hicieron? ¿Dieron a entender a través de las palabras que iban a hacer algún mal a alguien? El uso de las palabras puede ser doloso a veces y aquí no es excepción.

También de la boca de tan eminente personaje cobró vida una cita más: "negó que el Código de Ética atente contra la libertad de expresión como lo denunció ayer un grupo de ex colaboradores de La Catarina". A continuación enumero los puntos de este Código donde claramente se busca coartar la libertad de expresión.

En el apartado XV puede leerse lo siguiente: " Los miembros de la Comunidad Universitaria deberán mostrar un alto grado de integridad personal en todo momento y no deberán actuar de manera tal que se afecte negativamente la Imagen de la Institución". ¿Qué es la Imagen Institucional? ¿Qué tipo de acciones la afectarían? Más ambiguo imposible, pero la falta de claridad no se queda aquí.

Dentro del mismo documento, el apartado XVII, Declaraciones Públicas, reza la siguiente joya: "todos los miembros de la Comunidad Universitaria poseen total libertad de pensamiento y expresión. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia se denigrará a la Institución. Las declaraciones públicas deberán ser consistentes con los valores de la Universidad que se mencionan en el presente Código". No vamos tan mal, por fin hay una referencia a la libertad de expresión pero es a través de una advertencia.

El texto también dice, "la permanente aplicación de actividades informativas y de difusión debe contribuir a fortalecer y beneficiar la imagen institucional, respetando lo indicado en el punto X relativo al Manejo de la Información y Documentación. Para ello es importante transmitir a la opinión pública, a los medios de comunicación y a la Comunidad Universitaria, la imagen de una Institución de prestigio, sólida, cohesionada, plural y abierta al diálogo y a la crítica constructiva". Pero ahí hay una frase que hace ruido: "transmitir la imagen. No importa que al interior de la Comunidad no existan los canales o las condiciones necesarias para expresarse libremente, siempre y cuando al exterior mintamos y promocionemos una idea que no se apega a la realidad, todo en aras de dar una buena imagen.

Este último apartado hace referencia al apartado X, Manejo de la información y documentación, que es una especie de garante de la libertad pero también un implacable juez. Explican que quienes preparen cualquier información de carácter interno o externo, "deben asegurarse de poder comprobar su integridad y exactitud. Es falta grave falsear, alterar u ocultar la información relativa a las operaciones de la Universidad". Si la rectoría da la orden de no conceder entrevistas a La Catarina, como ha venido sucediendo, las notas informativas no tendrían un balance en fuentes, por lo tanto la publicación estaría incurriendo en faltas graves por falsear, alterar u ocultar la información relativa a las operaciones de la Universidad. Pero no todo es malo, el Código de Ética de La Catarina plantea que en la medida de lo posible siempre deberá existir un balance de fuentes para garantizar la objetividad.

¿Cuáles son lo valores que promueve este flamante código de ética? Bueno, después de un texto un poco mareador y poco clarificador, los define en diez: "compromiso con la excelencia académica, honestidad, respeto, integridad, profesionalismo, reconocimiento, eficiencia administrativa, innovación, liderazgo y responsabilidad social". ¿Y la libertad de cátedra, y la libertad de pensamiento y la libertad de expresión? Al no incluirlos entre los valores universitarios, el mensaje que están mandando es claro: aquí mando yo y sólo se habla, piensa y opina al ritmo que fijo yo.

Adherirse al código de ética de la Universidad, sobre todo en relación a los puntos XV (Cuidado de la imagen institucional) y XVII (Declaraciones públicas) sí limitaría la labor periodística de La Catarina . Ambos puntos tocan un tema muy ambiguo: la imagen institucional. ¿Qué significa para las autoridades “afectar negativamente la Imagen de la Institución”? ¿Cómo se denigra a la Universidad? ¿Acaso puedo denigrarla al emitir mi opinión? ¿Afecto su imagen al exponer situaciones que se viven en el campus, a pesar de que escriba notas balanceadas en opiniones y contenidos?

Jamás la libertad de expresión puede estar subordinada a “respetar la imagen de una institución”, antes que nada está comprometida con los valores de justicia y verdad. Si “los miembros de la comunidad universitaria realmente poseen total libertad de pensamiento y expresión”, ninguna norma, estatuto o restricción puede estar por encima de este derecho. Sería incongruente.

La imagen institucional es la percepción que los demás tienen de la identidad universitaria. La imagen no deja de ser una cuestión de percepciones, lo que los demás perciben de mi persona, de mi identidad. Si en todos los actos que realiza la Universidad se adoptan y viven los valores universitarios que tanto se pregonan, la identidad de la UDLA poco a poco se revelará como una institución “prestigiosa, sólida, cohesionada, plural y abierta al diálogo y a la crítica constructiva”. Así tendremos una consistencia entre lo que somos y lo que los demás perciben que somos, y al lograr esto no será necesario anteponer el respeto de la imagen a otros valores. El respeto, sostenimiento y conservación de la imagen institucional no pueden exigirse en detrimento o renunciando a otros valores superiores como la libertad de pensamiento o expresión, sería un acto de censura en aras de una superficialidad.

Las Notas


La forma no es el fondo

Las autoridades de la UDLA hicieron público un comunicado donde torpemente buscan desviar la expectación que causó la llegada de La exCatarina. Critican las formas (o la falta de ellas) que un articulista empleó al escribir su opinión. Es triste que se claven en superficialidades y nimiedades. Gastan tiempo en atacar "injurias y ofensas" pero en ningún momento desmiente la gran acusación, la gran causa que motivó a un grupo de exalumnos y excatarinos a que se reuniera y editara una publicación de este tipo: ¿qué sucede con la libertad de expresión en la UDLA?

No sé si sea cinismo o miopía haber obviado hacer comentarios sobre este tema. Si es miopía no me asusto tanto, porque entonces significa que los desmanes de los últimos meses se deben a una falta de visión y eso se arregla ajustando los lentes. Debe ser muy malo ver todo borroso, a uno le debe agriar el carácter. En cambio, si es culpa del cinismo lo que baña a todo este grupillo, me da miedo porque entonces van a pasar por encima de quien sea con tal hacer lo que quieran.

En su comunicado hacen un llamado "a la cordialidad, al respeto a las instituciones, a la ética periodística y a evitar las descalificaciones personales en contra de los miembros de nuestra comunidad". Aquí es donde encuentro el cinismo. ¿Hubo cordialidad cuando despidieron a los profesores de Economía, Comunicación y RI? ¿Siendo escoltados por gente de seguridad y auditores, como si fueran a robarse una engrapadora? ¿Existió cordialidad en la toma y desalojo de la sala de redacción de La Catarina? ¿Se respetaron las instituciones (y los procesos internos) cuando se removió del cargo a la jefa de departamento de Ciencias de la Comunicación? ¿Se respetó el proceso interno de selección de nuevo jefe para este departamento trayendo a una profesora sin los grados académicos necesarios y sin siquiera formar del sínodo de profesores? ¿La rectoría y el patronato han obrado con ética en todas sus acciones? ¿Acaso Palou no descalificó a los estudiantes que se manifestaron durante la graduación?

Me da asco y me repugna leer en un comunicado institucional tanto cinismo. Que se llenen la boca con estas palabras como si ellos fueran inmaculados garantes de los valores universitarios, cuando en realidad han vejado y maltratado todo la filosofía universitaria que se construyó durante años. Pedir respeto es que nos callemos la boca y no lo vamos a hacer. La crispación va en aumento y aunque manipulen las cifras y emitan comunicados diciendo que las inscripciones subieron con respecto al año pasado, dando el mensaje de que aquí no pasa nada, es hacerse el miope cuando en realidad detrás de esas gafas hay un cínico, un sinvergüenza, una caricatura de dictador. Algo incomprensible en un hombre de letras.

Es triste pero las autoridades de la UDLA son incapaces de ver el fondo porque como buenos cínicos miopes sólo alcanzan a ver las formas, no la esencia.

El Comunicado


Texto que apareció en la página de la UDLA, criticando las "injurias y ofensas" que provocamos con La exCatarina

Hola libertad de expresión



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